El vino que vende Asunción, ni es blanco, ni es
tinto, ni tiene color.
¡Asunción!, ¡Asunción!, saca media de vino a cañón.
Cuando yo me muera tengo ya dispuesto
en el testamento que me han de enterrar,
en una bodega, al pie de una cuba,
con un grano de uva en el paladar.
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