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RECETAS DE MARISCOS 1 PASO A PASO |
Almeja a
la crema: Lavar las almejas, poniéndolas luego en una cacerola con 1
1/4 decilitros de vino; tapar la cacerola y ponerla al fuego vivo.
Escurrir las almejas una vez se han abierto, filtrando con un paño el
caldo en que se han cocido...
Almejas a la
marinera: Añadir las almejas, el vino blanco y el perejil picado;
sazonarlo todo con sal y pimentón. Se deja cocer a fuego vivo para que
se abran las almejas. Una vez abiertas, se dejan reposar un poco al
calor y se sirven en su salsa...
Almejas rellenas:
Quitar la corteza del pan y rallar la miga muy fina, espolvoreándola
sobre las almejas. Colocar las almejas rellenas en platos bajos.
Encender el grill del horno y colocar el plato hasta que se doren las
almejas; sírvase inmediatamente en el plato de cocción...
Bogavantes a la
parrilla: Colocar en la bandeja del horno los bogavantes partidos,
con la carne a la vista; salar; espolvorear con pimentón de Cayena y un
poco de pimentón; rociarlos con aceite; poner a cocer al horno. Durante
este tiempo, lavar el estragón y cortarlo...
Bogavantes flotando en mantequilla: cuando toda la mantequilla esté
incorporada, dejar cocer durante 2 minutos, sin dejar de remover; poner
en la salsera caliente. Poner los bogavantes en la fuente honda;
rociarlos con un poco del caldo en que se han hervido...
Bogavantes salteados a la crema: Verter la copa de coñac en la
sartén y remover; añadir la crema de leche; los bogavantes deben quedar
recubiertos por el líquido; aderezar con sal y pimentón de Cayena;
ponerlo al fuego hasta que hierva; dejar durante 20 minutos cocer... |
PREPARAR
UNA MARISCADA PASO A PASO:
La traducción literal y afrancesada de "fruits de mer", mariscos en
español. ¡Qué ricos! La verdad, con estos tiempos de crisis y los
precios por las nubes, comprarlos congelados puede ser una opción. Pero
nada como adquirirlo vivo, en el mercado o pescadería, donde podemos
encontrar langostas, bogavante, centollos, buey de mar, etc. Para
comprobar que no hayan pasado a mejor vida sólo hay que tocarles los
ojos y ver si se mueven.
Los mariscos no deben integrarse en un menú complejo que incluya
demasiadas salsas y refritos, ya que de esta manera se oculta el
auténtico sabor del marisco, que es lo que se quiere degustar. Y también
se presta a otras elaboraciones como a la plancha, al horno u otras
preparaciones más elaboradas como la vieira gratinada, el buey de mar
relleno o las calderetas de bogavante o langosta, por ejemplo.
Cuantos más comensales tengamos, más variada será la selección de
mariscos y más exquisita su degustación al poder contrastar más sabores.
Quitando que produce ácido úrico, el marisco es, por lo demás, un
excelente alimento, con la única pega de su precio. Pero para eso
también se inventó la tarjeta VISA... y es que quien no se consuela es
porque no quiere.
Que lo cocinéis bien amigos,
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