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Quesos
típicos de España 2
Gamonedo:
Se le conoce también por "gamoneu" y es propio de las comarcas de Cangas
de Onís y Onís, en Asturias. Se prepara con leche entera de vaca
mezclada con leche de oveja y de cabra. Es un queso semiduro y su pasta
es firme, blanco-amarillenta, con veteado azul, aroma incisivo y sabor
picante. Tiene ojos muy pequeños y se presenta envuelto en hojas de
helechos. Madura en cuevas naturales y se conserva durante varias
semanas. Es un queso ahumado.
Gorbea:
Se produce en algunas localidades cercanas al macizo montañoso de
Gorbea, en Vizcaya. Es un queso de leche de oveja. Su masa es compacta,
de color amarillento pálido, tiene ojos irregulares, del tamaño de los
granos de arroz, su aroma es muy peculiar y su sabor, fuerte y algo
picante.
Grazalema:
Este queso gaditano, de leche de oveja, es de pasta dura, prensada,
amarillenta, y de agradable aroma. Tiene ojos del tamaño de una lenteja
y puede conservarse durante más de un año.
Idiazábal:
Se produce en las provincias de Guipúzcoa, Navarra y Álava, y toma
distintos nombres según su lugar de procedencia: Urbía,
Aralar, Urbasa.
Se elabora con leche entera de oveja lacha y es un gran queso ahumado,
tal vez el mejor. Es duro, de forma cilíndrica y abombada, de pasta
firme y amarillenta, con un aroma muy peculiar y el sabor ligeramente
ahumado. Madura un mes en cuevas o chabolas de las sierras y puede
conservarse un año como máximo.
León: Queso de vaca que se elabora en la Oseja de Sajambre, en León.
Tiene
un sabor fuerte, aroma muy personal y una masa compacta y blanca. Se
conserva alrededor de ocho meses.
Mahón. Otro gran queso español, preparado con leche de vaca, pudiéndose
añadir algo de leche de las ovejas de las Baleares, principalmente de
las menorquinas. Fresco, es suave al paladar sin ser mantecoso; seco,
tiene un sabor más incisivo, oleoso, característico, robusto. En fresco,
la masa tiene una consistencia blanda; pero ésta, tras un largo período
de conservación, se hace compacta y dura. Tiene forma de paralelepípedo,
de cantos y aristas redondeados. Para su conservación, se suele untar
con aceite de oliva, y puede mantenerse durante un año.
Málaga: Es un queso de cabra que se produce en la serranía y los montes
malagueños. Tiene una pasta compacta, blanca, de sabor peculiar y
agradable. Se conserva bien, en aceite de oliva, durante dos o tres
meses.
Manchego: Es posiblemente el queso español que goza de mayor prestigio;
desde luego, muy merecido. Elaborado con leche de ovejas manchegas,
posee aroma y sabor exquisitos y peculiares. Presenta una forma
cilíndrica y su pasta, firme y compacta, tiene un color que varía del
blanco marfil al amarillento. La corteza es de color amarillo pajizo,
una vez su superficie se ha limpiado de los mohos formados durante la
maduración. Algunos entendidos sostienen que el queso manchego alcanza
su mejor calidad cuando la corteza aparece con esta cobertura de color
negro-verdoso y prefieren los quesos que se presentan así. Puede
consumirse fresco y seco, y para su conservación, que puede prolongarse
hasta dos años, se aconseja ponerlo en aceite de oliva.
Morella: Nombre de pequeños quesos de leche de cabra que se elaboran en
el Maestrazgo, en la provincia de Castellón de la Plana. Deben
consumirse frescos o medianamente enjutos.
Orduña: Es un queso de la comarca de Sierra de Guibijo, en
Álava. Es de
oveja, de sabor picante, con ojos del tamaño de las lentejas, pasta
firme y amarillenta, olor característico y sabor picante. Se conserva
durante dos años.
Oropesa. Conocido también como "queso de Estrella", el queso de Oropesa
se elabora, con leche de oveja, en las comarcas de Puente del Arzobispo
y Talavera de la Reina, en Toledo. Pertenece al tipo de los quesos
duros, tiene una forma cilíndrica y su pasta es firme y compacta.
Recuerda, por su sabor y aroma, el queso manchego. Tiene ojos abundantes
y repartidos por toda la pasta. Suele conservarse en aceite.
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