Son cada vez más populares en los últimos años, pero ¿qué son
exactamente y de dónde provienen? "Tapas" es el nombre genérico para los
deliciosos bocaditos de algún alimento, normalmente algo salado,
servidos como acompañamiento de una copa de vino, una cerveza u otra
bebida. Etimológicamente se refiere concretamente a la "tapa" creada por
la rebanada de pan que el mesonero colocaba sobre el vaso de vino del
cliente para mantener alejados las moscas y el polvo entre trago y
trago. Se dice que fueron los andaluces los que tuvieron la genial idea
de colocar algo pequeño y sabroso sobre el pan para picar, como unos
tacos de queso o de jamón, y de esta forma nació esta tradición
española. Hoy día se sirven en prácticamente en cualquier bar de
todo el país. Normalmente están expuestas en la barra y el cliente las
pide o las selecciona él mismo, y puede degustarlas de pie o sentado a
la barra, o en la mesa.
Todo lo que se refiere a estos aperitivos, desde la preparación hasta la
degustación y disfrute, es una experiencia totalmente española. El tapeo
es un exponente de lo que significa el hecho de comer: un auténtico
deleite para los sentidos; entran por los ojos y saben aún mejor. Puede
servir una sencilla selección de estas pequeñas delicias gastronómicas
con unas bebidas antes del almuerzo o de la cena, o un surtido más
amplio que servirá como comida o cena completa. Se preparan
con una gran variedad de alimentos: carne, pescado, marisco, huevos,
frutos secos y queso, así como cualquier verdura u hortaliza que pueda
Imaginar, en un saludable estilo mediterráneo, con salsas y aliños que
aportan todavía más sabor e interés a la experiencia del tapeo. "Tapear"
es sinónimo de hospitalidad, de amistad y de buena conversación.
La
diversidad de las tapas no tiene límites. Las más sencillas se pueden
elaborar en casa con ingredientes que siempre se tienen a mano en la
despensa. Y nada más cómodo cuando hay que improvisar un tentempié que
preparar, en un abrir y cerrar de ojos, unas tapitas con unas finas
lonchas de jamón serrano, salchichón y chorizo, aceitunas con distintos
adobos, tacos de queso, tiras de pimiento asado y unas rebanadas de pan,
todo ello presentado en tentadores platillos. Las posibilidades de
innovar y experimentar con estos platos son asimismo ilimitadas: no existe
alimento (a excepción quizá de los dulces) que no quede estupendo.
Pueden ser platos fríos o calientes, y su gama abarca desde
las preparaciones más sofisticadas hasta las más sencillas: nada tan
fácil y apetitoso como una simple ensalada de rodajas de
tomate dispuestas con gracia en un plato, aderezadas con cebolla y ajo,
espolvoreadas con perejil y rociadas con un buen aceite de oliva; o unas
rebanadas de pan de hogaza tostadas con tomate fresco y aceite. |