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Alcachofas al limón: Rehoga en aceite la cebolla rallada y los
puerros en rodajas; añade los tomates trinchados y cuécelo durante 10 m.;
luego agrega el zumo de medio limón restante y...
Alcachofas con espárragos: Condimentar con un poco de pimentón y bañar
con el jerez. A continuación, incorporar las patatitas peladas y troceadas
según tamaño, los fondos de...
Alcachofas con mantequilla: Justo antes
del final de la cocción, funde la mantequilla en una pequeña cazuela, añade
el ajo, el resto del zumo de limón y sal y pimienta, al gusto. Calienta...
Alcachofa rellena de gamba y almeja: Mezcla el yogur con la
mostaza, el jugo de las almejas y un chorrito de zumo de limón; sazónalo con
sal y pimienta y mézclalo con gambas y las almejas...
Alcachofas rellenas: Rellena las alcachofas con esta
preparación. Vierte en una fuente de horno un poco de aceite, coloca las
alcachofas, espolvoréalas con el queso rallado y gratínalas...
Alcachofas rellenas de hortalizas: Mientras tanto, se pelan las
cebollas y se pican no muy finas; pelar las zanahorias y cortarlas a tiras;
cortar el tocino a trozos; limpiar los champiñones y...
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CONSEJOS
PARA COCINAR ALCACHOFAS:
Hasta hace poco hablábamos de alcachofas en ambientes
culinarios. Después de la introducción del licor Cynar en nuestro mercado y
las propiedades de las alcachofas para el hígado y vesícula, parece que llega la hora de que la rica alcachofa se
incorpore al mundo de la cosmética y parafarmacia mediante tónicos, lociones
o aplicaciones medicinales. En fin...
La formas más tradicionales de cocinarlas son:
alcachofas con jamón, crudas, hervidas, fritas, rebozadas, guisadas
o alcachofas al horno. También podemos encontrarlas en conserva o congeladas.
Las alcachofas, mientras que se limpian
se oxidan rápidamente al contacto con el aire y eso hace que ennegrezcan.
Para evitarlo basta con frotar la alcachofa con limón, o añadir limón o
vinagre al agua de cocción, utilizando siempre una cazuela de barro o de
acero inoxidable, nunca de aluminio que las oscurece.
Si las vamos a cocer hay que usar el agua justa que las cubra, como en unas
alcachofas con almejas, y aprovechar
el caldito resultante para otros platos. Si las vamos a asar, o cocinar al
horno, no hay que cortar la punta de las hojas para evitar que se seque.
Aquí tenéis una selección de recetas que combinan muy
bien el abanico de sabores de la alcachofa, que podrían empezar con
un suave y ligero amargor para acabar con un regusto final dulce.
Exquisita la alcachofa de Benicarló, que, orgullosa, cuenta con su
propia denominación de origen.
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