Paso 1. Enciende fuerte la plancha.

Paso 2. Lava los pimientos y sécalos. Pon los pimientos sobre la plancha bien caliente y ásalos, dándoles la vuelta a menudo, hasta que las pieles estén totalmente negras por todas las caras.

Paso 3. Pasa inmediatamente los pimientos a un cuenco grande y cúbrelos con un plástico o un paño de modo que éste quede pegado a los pimientos y éstos conserven el calor y se sigan haciendo, déjalos así hasta que estén fríos o hasta el día siguiente.

Paso 4. Al día siguiente pela los pimientos: vete tomando los pimientos de uno en uno y ponlos bajo el grifo y tira de la piel con los dedos. Retírales las semillas y acláralos bajo el grifo.

Paso 5. Parte los pimientos en tiras con las manos y colócalos en una fuente, junto con las cebollas.

Paso 6. Pon el aceite en un cuenco pequeño, junto con el vinagre y la sal a tu gusto. Mézclalo todo bien con un tenedor y viértelo sobre los pimientos. Sírvelos lo antes posible a temperatura ambiente.

Trucos y Consejos:
Para preparar las tiras de pimiento:
1. Aprieta ligeramente la parte superior de los pimientos. Sácales las semillas de una sola vez.

2. Rompe los pimientos en tiras, usando tus propias manos.

Procura comprar los pimientos rojos durante el verano, que es su temporada.

Añádeles más sabor, asándolos en la barbacoa, en vez de la plancha. Usa el jugo que sueltan al asar para el aderezo, en vez de un poco de vinagre.