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¿El
Aguacate es malo para el colesterol?
Bueno,
yo diría que sí que lleva razón tu médico, sobre todo si eres el
monstruo de los aguacates y te zampas dos o tres frutos al día.
Afortunadamente, el aguacate contiene enzimas que favorecen la absorción
de las grasas ya que, de otra manera, se nos haría un tanto pesado de
digerir.
El aguacate es, sin lugar a dudas, la fruta más rica en materias grasas.
Su fruto 250 calorías por cada 100 g. No es aconsejable en los regímenes
de adelgazamiento ni cuando existe exceso de colesterol, pero debe
recomendarse a todos aquellos seres que saben apreciar los alimentos
exquisitos y no tienen necesidad de guardar regímenes especiales. Si
comiéramos dos aguacates hermosos al día estaríamos aportando al cuerpo
unas 1.000 calorías diarias.
El aguacate es un fruto tropical, que pesa de 250 a 300 g. Su piel
representa de un 10 al 20 % de su peso; el núcleo central, de un 20 al
30 %; la pulpa comestible supone, pues, del 50 al 70 % del peso bruto
del fruto, es decir, de 150 a 200 g. Es un fruto graso.
La pulpa
comporta alrededor del 25 % de grasas, 2 % de proteínas y otro tanto de
azúcar. Las grasas están constituidas en su mayor parte por el ácido
oleico (77 %) y el ácido linoleico (10 % ). Rico en sales minerales,
como fósforo, hierro y potasio, así como en vitaminas B1 y B2.
Era ya cultivado desde tiempos antiguos por los pueblos de América
tropical, donde también se le conoce con el nombre de "palta"; es
cultivado en Israel, África occidental y desde México al sur del Brasil,
principalmente. Su forma recuerda la de las peras grandes; su piel es de
tonos verdes o violáceos, según el origen, distinguiéndose las
variedades antillanas, guatemaltecas, mexicanas e híbridas.
En su interior hay un núcleo grande y duro no comestible y su pulpa que
no es dulce, pero en cambio es muy sabrosa y delicada, y es asimismo muy
alimenticia. Se consume preferentemente como entremés o entrante, en
ensalada, a la vinagreta o con salsa mayonesa, o variantes de las
mismas.
Es importante que se consuma en el punto exacto de madurez, pues de otro
modo pierde gran parte de su característica exquisitez. Se come crudo,
reducido a puré a modo de crema o sopa con su carne sazonada con
vinagretas o similares, a fin de realzar su sabor un tanto débil.
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